*For english read below.

Una cosa es totalmente cierta, que nos toco vivir un momento histórico muy importante ocasionado por la pandemia del COVID. Puede ser un momento de cambio trascendental para nuestras sociedades. Todo dependerá de cómo reaccionemos frente a lo que sucede. La pregunta es: Cuando el COVID este bajo control en nuestro planeta, volveremos a seguir viviendo como lo estábamos haciendo antes? Y quiero que pienses en una respuesta, que no este solo relacionada al cuidado higiénico y medidas de aislamiento social, piensa también en tu relación con la naturaleza, tu comportamiento personal como parte de una sociedad y del planeta tierra. Nuestro comportamiento, seguirá siendo el mismo? El planeta esta enfermo, tal vez sea esta la oportunidad de comenzar a sanar como sociedad.

Para mí, como para todos nosotros hay varios puntos de crisis en este momento que vivimos. Existe la incertidumbre del futuro; el miedo a la recesión que probablemente se viene después de tantos meses de una economía mundial paralizada; existe un cuidado constante de sobrevivir la pandemia con buena salud; existe también el problema real de haber perdido varias fuentes de ingreso y no poder pagar los gastos que normalmente uno tiene; también percibo que hay vision de panico, a veces mezclado con esperanza cuando las cifras de la cantidad de infectados mejoran o cuando algún país vuelve a abrir sus fronteras. Así como estas, hay otras fuentes de preocupación y stress durante este momento histórico.

Los gobiernos del planeta se están enfrentando a la crisis de la pandemia. Los mejores gobiernos solo piensan en la sobrevivencia de los pueblos, algunos otros gobiernos ni siquiera piensan en sobrevivencia del pueblo, mas solo de las corporaciones que manejan el poder. Ejemplo de esto ultimo es el desgobierno de Jair Bolsonaro en Brazil. Quien debería hacerse responsable por el aumento de la cantidad de infectados en el pais, por no haber tomado las medidas necesarias para evitar la propagación del virus.

Generalmente casi no se escucha un análisis critico sobre la responsabilidad conjunta que tenemos frente a la pandemia. Vemos que la mentalidad de sobrevivencia a corto plazo es lo que prima y no existe una reflexion profunda de lo que significa el COVID para la humanidad. Es la propagación global de esta enfermedad un accidente? mala suerte? un desastre natural? o tenemos los humanos aquí una responsabilidad que no queremos ver?

No se trata de que la responsabilidad esta en China, porque allí comenzó la pandemia. Y no son los murciélagos los responsables de nuestra desgracia. El coronavirus es parte de las llamadas enfermedades emergentes, como el ébola, el sida, sars, gripe aviar o porcina y, en su mayoría, se han generado como consecuencia del comportamiento erróneo del hombre, por la práctica ilegal o no controlada del comercio de animales salvajes. Esto genera un desarreglo total en los ecosistemas, los animales salvajes transmiten viruses desconocidos para los humanos, y para los cuales no tenemos el sistema inmunológico que pueda resistir. El trafico illegal de especies de animales salvajes destruye ecosistemas y bosques.

"Pangolines de Malasia son comercializados para la medicina tradicional China y también por su carne"

Los pangolines son los animales mas comercializados ilegalmente en el mundo. Los murciélagos y los civetas de palma Asiática también son parte del comercio ilegal de animales a nivel internacional.

La destrucción de habitats de especies silvestres, también se da a través de la deforestación. Muchas veces para plantar monocultivos agrícolas a gran escala, como la soya o la cana de azúcar. Esta deforestación gesta nuevas enfermedades que se transmiten de animales a seres humanos.

Deforestacion de Borneo genera un nuevo tipo de malaria.

Y la deforestation en la Amazonia Peruana genera la reproducción masiva de Anopheles Darlingi, ver foto del mosquito transmisor de malaria.

Sin embargo los bosques del mundo juegan un factor fundamental en la prevención de enfermedades, su conformación contiene equilibrios ecológicos que ayudan a contrarrestar microorganismos responsables de ciertas enfermedades, especialmente las que se transmiten a través del contacto entre animales y humanos. La deforestación causa la destrucción de los bosques que nos protegen, el ser humano queda expuesto a peligros desconocidos para su salud. De acuerdo con la organización WWF, “la destrucción y degradación de los bosques expone a los humanos a nuevas formas de contacto con los microbios y las especies silvestres que los albergan.” Todos los expertos advierten que en caso de daños mayores a los ecosistemas existe un mayor riesgo de brotes de virus nuevos y más potentes.

La deforestación también causa un incremento en el efecto invernadero causado por los gases (monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, metano, etc) que emite el accionar del hombre. Los bosques nos protegen absorbiendo estos gases, pero al existir cada vez menos bosques nos vamos quedando menos protegidos, ya que nuestra atmósfera termina albergando toda la polución que creamos nosotros mismos en nuestro planeta.

Foto: polución ambiental Lanzhou China.

Un estudio citado por los científicos de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental, publicado en 2020, dice que uno de los principales factores para la propagación diaria del virus del sarampión en Lanzhou (China) son los niveles de contaminación del aire. También hay evidencia de que la incidencia del sarampión está asociada con la exposición a material particulado. Y aparentemente, estaría sucediendo lo mismo con el nuevo coronavirus. Muchos estudios en China e Italia demuestran que a mayor contaminación ambiental mayor posibilidad de la expansion del virus, a través de las partículas finas que existen en el aire contaminado. Es allí donde el virus puede permanecer mas tiempo que en un aire libre de contaminación. Mucho tiempo hemos vivido explotando nuestro planeta, no es raro entonces que haya contaminación ambiental.

Es por esto que es fundamental la protección de los hábitats, de especies de animales en peligro de extinción, la biodiversidad en nuestro planeta, y la lucha contra la polución ambiental. La salud humana puede protegerse defendiendo la naturaleza. Todos somos responsables. Nuestro consumo de tecnología, de viajes de avión, el uso diario del automóvil, nuestro consumo de alimentos y productos cuya fabricación cause contaminación: todo esto contribuye y ha contribuido a la situación actual. La huella humana en el planeta es gigante, nuestra producción diaria de gases que infectan la atmósfera viene en cierta medida de nuestra actividad domestica. Pero sobretodo proviene de la conocida emisión de gases de carbono de parte de la industria, los monocultivos agrícolas, la producción masiva de ganado generando gases de metano que son muy tóxicos y la deforestacion.

Foto de monocultivo agricola.

El querer satisfacer nuestras necesidades primitivas y obsesivas de almacenar, tener, adquirir para lograr una sensación de bienestar, han hecho que el planeta enferme. No consumimos lo que necesitamos, consumimos con lujuria, obsesión, deseo enfermizo, ego y lascivia. La industria responde a nuestro deseo, y el deseo de consumo esta estimulado por la industria. El alma del mundo ha caído en un circulo vicioso.

Covid llego a una sociedad globalizada, en donde prima la desigualdad social y económica. Esta desigualdad es causada por el instinto consumidor y destructivo de nuestros sistemas económicos. Estos sistemas no han garantizado el empleo durante la crisis de la pandemia, tampoco garantizaron la seguridad alimenticia de muchas personas, igualmente este sistema no garantizo la eficiencia de los sistemas de salud. Por eso es importante profundizar en cómo la situación actual se puede convertir en más sostenible, donde existan formas justas, saludables y resistentes de convivencia y desarrollo.

No creo que ayudaremos a termina con la pandemia con nuestro comportamiento consumista y destructivo, de vision de corto plazo. Es decir la siguiente etapa de nuestra historia humana debería de concentrarse en romper con este ciclo vicioso de deseo - sobreexplotacion de la naturaleza - y consumo enfermizo. Es que ya tenemos que desintoxicar el planeta si queremos que las siguientes generaciones vivan bien.

"Nuevos caminos"

Solo un cambio en nuestros valores podrá contribuir para evitar mas pandemia y un cambio climático que lleve al fin de la humanidad. Porque son nuestros valores, nuestras creencias que nos llevan a los comportamientos consumistas, destructivos para el planeta.

Necesitamos confiar en que no somos lo que tenemos, ni lo que lucimos. Pero somos lo que hacemos por la salud y bienestar de todos los seres (humanos) de nuestro planeta. Almacenar y tener bienes materiales no aseguran nuestro bienestar futuro. Mas bien, es la restauración ecológica de nuestras ciudades y bosques, lo que nos podrá ayudar a garantizar un futuro mejor para las siguientes generaciones. Asimismo, el dejar de poluir el aire, los suelos, las aguas; ayudara a recuperar el planeta de una desgracia climática.

Debemos cuestionarnos constantemente si nuestro accionar contribuye a la vida del planeta. Si lo mejor es dejar de emitir gases de carbono por el uso excesivo de energía en casa, entonces dejamos de hacerlo. Si lo mejor para la salud de los bisnietos de mi sobrina es usar la bicicleta en vez del auto, entonces lo hago ahora y no lo dejo para las siguientes generaciones. Asimismo si soy dueña de una corporación de industrias alimenticias y tengo el poder de mejorar operaciones entonces: dejo de poluir fuentes de agua, dejo de producir metano, dejo de empobrecer la tierra con agricultura destructiva, dejo de deforestar, entre otras opciones saludables. COVID no es solo una pandemia, es una oportunidad de cambio, para recuperar nuestro planeta. El único en donde aun hay vida en nuestra galaxia.

La conservación y restauración de nuestros ecosistemas y los servicios que brindan- incluida la regulación de enfermedades- deben considerarse una parte fundamental del mantenimiento de la salud humana y planetaria. Queda obvio para todos que la deforestación de bosques y el trafico ilegal de especies animales salvajes debe parar.

Asimismo tienen los gobiernos y corporaciones un gran rol en la creación de energías más limpias, para terminar con el uso del petróleo y gas. Siendo estos ingredientes esenciales para la contaminación ambiental que estimula la propagación de viruses letales como COVID.

Una vida mas cerca a la naturaleza es fundamental. Durante las primeras semanas de la pandemia fuimos testigos que los alimentos escaseaban para ricos y pobres en los supermercados. Eso me hizo pensar en la posibilidad de cultivar mi propia comida. Es así como comencé a estudiar la Permacultura con un grupo de mujeres dentro de mi barrio (Bijlmer-Amsterdam), ellas llevan ya varios anos cultivando sus propias verduras, granos y hortalizas. Este equipo de trabajo se llama Bloei en Groei, y se dedica no solo al cultivo de hortalizas en la ciudad, pero tambien al empoderamiento de las mujeres en el barrio. Estoy aprendiendo mucho de este movimiento que hace gran favor a las ciudades, generando más espacios verdes, protegiendo la biodiversidad y generando un ingreso económico para la gente local. Esta puede ser una alternativa para asegurar alimentos en varias partes de las ciudades donde aun hay espacio para crear jardines comunitarios. Especialmente ahora cuando quienes ya eran pobres, ahora lo son mas por haber perdido sus empleos.

Foto: permacultura con Bloei en Groei

Foto: Yo trabajando en el jardín de Bloei en Groei.

Es una etapa de la historia universal en la cual realmente necesitamos cambiar nuestros patrones de pensamiento, nuestra moral, nuestros valores fijados en el consumo y nuestro comportamiento. Todos debemos tomar conciencia, e inculcar en las siguientes generaciones una conciencia de pertenencia al planeta Tierra, así como practicar la igualdad de derechos, el respeto y la compasión hacia otros seres vivos (como la naturaleza y nuestro prójimo). Esa compasión se traducirá en comportamientos nuevos, sostenibles, justos; que garanticen la vida.

Fuentes de informacion consultadas:
https://d2ouvy59p0dg6k.cloudfront.net/downloads/the_loss_of_nature_and_rise_of_pandemics___protecting_human_and_planetary_health.pdf

https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/coronavirus-y-pandemias-efecto-rebote-de-la-destruccion-de-ecosistemas/48979

https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/la-polucion-podria-aumentar-la-tasa-de-contagio-del-coronavirus-segun-expertos-articulo-911225

https://www.elclarin.cl/2020/04/23/holandeses-avanzan-en-el-escenario-pospandemia-y-proponen-un-modelo-economico-basado-en-el-decrecimiento/?fbclid=IwAR2Xlz6NU3MTcbTyJxqbywGgLBaba5tPbbXRwu2ggFWaafPu9ZW3adf1J44

*english translation:
COVID 19 = AN OPPORTUNITY

One thing is totally certain, that we are witnessing a very important historical moment caused by the COVID pandemic. It can be a moment of trascendental change for our societies. Everything will depend on how we react to the situation. The question is: When COVID is under control on our planet, will we continue to live as we were before? And I want you to think of an answer that is not only related to hygienic care and social isolation measures, also think about your relationship with nature, your personal behaviour as part of a society and planet earth. Will our behaviour remain the same? The planet is sick, perhaps this is the opportunity to begin to heal as a society.

For me, as for all of us, there are several points of crisis at this moment in which we live. There is the uncertainty of the future; the fear of recession that probably comes after so many months of a paralysed world economy; there is constant care to survive the pandemic in good health. There is also the real problem of having lost several sources of income and not being able to pay the expenses that one normally has; I also perceive that there is a vision of panic, sometimes mixed with hope when the numbers of infected improve or when a country reopens its borders. Just like these, there are other sources of worry and stress during this historic moment.

The governments of the planet are facing the crisis of the pandemic. The best governments only think about the survival of the people, some other governments do not even think about the survival of the people, but only about the corporations that manage power. An example of the latter is the misgovernment of Jair Bolsonaro in Brazil. Who should be held responsible for the increase in the number of infected in the country, for not having taken responsible measures to prevent the spread of the virus.

Generally, a critical analysis of the joint responsibility we have in the face of the pandemic is hardly heard. We see that the mentality of short-term survival is what prevails and there is no deep reflection of what COVID means for humanity. Is the global spread of this disease an accident? bad luck? A natural disaster? Or do humans have a responsibility here that we don't want to see?

It is not that the responsibility lies with China, because the pandemic began there. And it is not the bats that are responsible for our misfortune. The coronavirus is part of the so-called emerging diseases, such as Ebola, AIDS, SARS, avian or swine flu, and most of them have been generated as a consequence of the erroneous behaviour of man, due to the illegal or uncontrolled practice of the trade in wild animals. This generates a total disorder in ecosystems, wild animals transmit viruses unknown to humans, and for which we do not have the immune system that can resist. Illegal trafficking of wild animal species destroys ecosystems and forests.

The destruction of habitats of wild species, also occurs through deforestation. Many times to plant large-scale agricultural monocultures, such as soy or sugar cane. This deforestation breeds new diseases that are transmitted from animals to humans.

However, the world's forests play a fundamental factor in the prevention of diseases, their conformation contains ecological balances that help to counteract microorganisms responsible for certain diseases, especially those that are transmitted through contact between animals and humans. Deforestation causes the destruction of the forests that protect us, human beings are exposed to unknown dangers to their health. According to the WWF, “the destruction and degradation of forests exposes humans to new forms of contact with microbes and the wild species that host them.” All experts warn that in case of further damage to ecosystems there is an increased risk of new and more powerful virus outbreaks.

Deforestation also causes an increase in the greenhouse effect caused by the gases (carbon monoxide, nitrogen dioxide, methane, etc.) that human actions emit. Forests protect us by absorbing these gases, but as there are fewer and fewer forests we are less protected, since our atmosphere ends up harboring all the pollution that we create ourselves on our planet.
A study cited by scientists from the Italian Society for Environmental Medicine, published in 2020, says that one of the main factors in the daily spread of the measles virus in Lanzhou-China is air pollution levels. There is also evidence that the incidence of measles is associated with exposure to particulate matter in the air. And apparently, the same would be happening with the new coronavirus. Many studies in China and Italy show that the greater the environmental contamination, the greater the possibility of the virus spreading through the fine particles that exist in the contaminated air. It is there where the virus can remain longer than in air free of contamination. For a long time we have lived overexploiting our planet, it is not unusual then that there is environmental pollution.

This is why the protection of habitats, of endangered animal species and biodiversity on our planet is fundamental, as the fight against environmental pollution. Human health can be protected by defending nature. We are all responsible. Our consumption of technology, of air travel to far away and exotic places, the daily use of the automobile, the consumption of non-local foods that have traveled by plane to reach the supermarket, our consumption of products whose manufacture causes pollution: all this contributes and has contributed to the current situation. The human footprint on the planet is gigantic, our daily production of gases that infect the atmosphere comes largely from our domestic activity. Specially the emission of carbon gases by the industry, agricultural monocultures, the massive production of livestock generating methane gases that are very toxic and deforestation are creating the biggest destruction in planet health.

Wanting to satisfy our primitive and obsessive needs to store, have, acquire to achieve a feeling of well-being, have made the planet sick. We do not consume what we need, we consume with lust, obsession, sick desire, ego. The industry responds to our desire, and the desire for consumption is stimulated by the industry. We have fallen into a vicious circle. The soul of the world is also sick.

Covid came to a globalized society, where social and economic inequality prevail. This inequality is caused by the destructive and consuming instinct of our economic systems. These systems have not guaranteed employment during the pandemic crisis, nor have they guaranteed food security for many people. Likewise, this system did not guarantee the efficiency of health care. That is why it is important to delve into how the current situation can become more sustainable, where there are fair, healthy and resistant forms of coexistence and development.

I don't think this pandemic will end as long as we continue our destructive, consumeristic, short-term vision behaviour. In other words, the next stage of our human history should focus on breaking with this vicious cycle of desire - overexploitation of nature - and massive and sickly consumption. It is that we have to detoxify the planet if we want the next generations to live well.

Only a change in our values ​​can contribute to prevent a further pandemic and climate change that leads to the end of humanity. Because it is our values, our beliefs that lead us to destructive consumer behaviours for the planet.

We need to trust that we are not what we have, nor what we wear. But we are what we do for the health and well-being of all (human) beings on our planet. Nor does it give security to store, to have material goods, on the contrary that makes us need more and more things and we are all the time unsatisfied. And so society lives in a constant anxiety for not having, or not achieving that desired good. Having does not give happiness.

It is essential that we be aware of our humanity, of our soul. Are we what we have? We need to be aware of the consequences of our excessive consumer behaviour (of exotic foods, of technology, of products manufactured through the abuse of nature) for our planet. We must constantly ask ourselves if our actions contribute to long term life in our planet.

If it is best to stop emitting carbon gases from excessive energy use at home, then we stop doing it. If the best for the health of my niece's great-grandchildren is to use the bicycle instead of the car, then I do it now and I will not leave it for the next generations. Likewise, if I own a food industry corporation and have the power to improve operations, then: I stop polluting water sources, stop producing methane, stop impoverishing the land with destructive agriculture, stop deforestation, among other healthy options. COVID is not just a pandemic, it is an opportunity for change, to reclaim our planet. The only one where there is still life in our galaxy.

The conservation and restoration of our ecosystems and the services they provide - including the regulation of diseases - must be considered a fundamental part of maintaining human and planetary health. It is obvious to everyone that deforestation of forests, illegal trafficking in wild animal species must stop.

Governments and corporations also have a great role in creating cleaner energy, to end the use of petrol and gas. These ingredients are essential for environmental pollution that stimulate the spread of deadly viruses like COVID.

A life protecting and nourishing nature is essential. During the first weeks of the pandemic we witnessed that food was scarce for the rich and poor in supermarkets. That made me think about the possibility of growing my own food. This is how I started studying Permaculture with a group of women in my neighborhood (Bijlmer-Amsterdam), they have been growing their own vegetables, and grains for several years. This work team is called Bloei en Groei, and is dedicated not only to growing vegetables in the city, but also to empowering women in the neighborhood. I am learning a lot from this movement that is generating more green spaces within urban areas, protecting biodiversity and generating an income for local people. This can be an alternative to securing food in various cities where there is still room to create community gardens. Especially now when those who were already poor are now poorer for having lost their jobs.

It is a stage in universal history in which we really need to change our thought patterns, our morals, our values ​​set in consumption and our behaviour. We must all become aware of, and install in the next generations a feeling of belonging to planet Earth, as well as practice equal rights, respect and compassion for other living beings (such as nature and humanity ). That awareness will translate into new, sustainable, fair behaviours; that guarantee life.